Siendo la plataforma educativa, una herramienta
tecnológica que funciona como un soporte para la educación a distancia, es
decir, un software que permite distribuir contenidos didácticos y organizar
cursos en línea. Con un software de este tipo es posible gestionar todas las
fases de un curso: desde la elaboración de los contenidos, a su distribución o
puesta en línea y uso, a las actividades de monitoreo y feedback hasta llegar a
la evaluación de las habilidades y competencias adquiridas por el estudiante
(assessment) o a la evaluación del proceso formativo (Moni y Vicente, 2006).
Una plataforma educativa suele
estar compuesta de tres sistemas:
a) un área de instrucción e interacción con los alumnos o ILS (Integrated Learning
System), que incluye diversas herramientas para el aprendizaje sincrónico y
asincrónico, tales como chat, e-mail, aula virtual, foros de discusiones y
áreas de presentación y acceso a contenidos y ejercicios;
b) un área de gestión de contenidos o LCMS (Learning Content Management System), que
almacena y conecta contenidos en módulos reutilizables,
c) un área de gestión de alumnos o LMS (Learning Management System), que lleva registro de
la situación de cada estudiante en términos de aprendizaje, participación y
revista. (Bernardez, 2007:31).
En la actualidad se proponen diversos modelos de
evaluación de las plataformas educativas. Espinosa et al. (2009)
establecieron los requerimientos funcionales para la plataforma educativa como
son:
- Gestión y administración: (definir perfil profesional, gestión de acceso y perfiles, gestión de grupos, gestión listado de alumnos, gestión de ficheros, visualización de otros perfiles).
- Comunicación: Información (agenda y calendario, tablón de anuncios, guía de usuario y sistema de ayuda), herramientas sincrónicas (videoconferencia, audioconferencia, chat), herramientas asincrónicas (correo, foro), herramientas de colaboración (blog, Wiki).
- Gestión y producción de contenidos: se refiere al material didáctico (utilidades que encontramos para el diseño y producción de los contenidos, gestión de los ficheros y almacenamiento del material, posibilidades del hipertexto e hipermedia, conexión a bases de datos, conexión a enlaces en red, compatibilidad de plataformas, insertar recursos externos, gestión y publicación de recursos).
- Evaluación: creación de diferentes tipos de pruebas de evaluación y autoevaluación, posibilidad de evaluación multimedia, estadísticas y seguimiento de los alumnos, información sobre evaluación individual.
Sánchez (2009) propone evaluar dichas plataformas desde el punto de vista pedagógico y tecnológico a través de las siguientes aplicaciones, que se pueden agrupar en:
- Herramientas de distribución de contenidos;
- Herramientas de comunicación y colaboración sincrónicas y asincrónicas;
- Herramientas de seguimiento y evaluación;
- Herramientas de administración y asignación de permisos;
- Herramientas complementarias (portafolio, bloc de notas, sistemas de búsquedas de contenidos del curso y/o foros…).
Para Chacón y Solano (2010) el proceso de
evaluación de plataformas educativas se puede realizar a partir de diversas
líneas de interés tales como:
- Arquitectura tecnológica
- Funcionalidades o herramientas
- Estándares
- Pedagógicos
Como podemos observar, la evaluación de plataforma
educativa se lleva a cabo mediante el análisis de diferentes aspectos de su
calidad tales como: herramientas pedagógicas, administrativas de gestión del
curso por los usuarios, de comunicación sincrónica y asincrónica, estándares,
etc. Últimamente, en la educación a distancia, la evaluación de plataformas
educativas se ha convertido en una tarea primordial debido a la necesidad de
mejorar la calidad de dicha educación y estar acorde a la tecnología.